Los hidrociclones se inventaron a fines del siglo XIX y comenzaron a usarse mucho en el procesamiento de minerales dado que tienen un costo relativamente bajo, son capaces de procesar grandes volúmenes sin ocupar mucho espacio y no tienen piezas móviles.
Los hidrociclones comúnmente se utilizan para deslamar, desaguar y clasificar por tamaño partículas de malla -4 (5 mm). También se usan con frecuencia para lavado y acopio en la industria de los áridos para la construcción. Efectuar el deslamado antes de usar tanques de clasificación y tornillos lavadores puede mejorar considerablemente el rendimiento de estos equipos en el caso de materiales muy finos. Los Separators™ suministran una alimentación de densidad uniforme a las celdas de atrición en las aplicaciones de arena de fractura.
En el caso de aplicaciones minerales como el procesamiento de roca dura y metales preciosos, los ciclones son los equipos que más se utilizan para controlar qué tamaño de material sale del circuito de conminución o trituración (molinos de bolas). En estas aplicaciones, el producto es la fracción fina que se encuentra en el desagüe. El tamaño de liberación varía según el mineral, de modo que los hidrociclones se configuran de muchas maneras diferentes.
Hay otros revestimientos disponibles, como poliuretánicos y cerámicos, para adaptarse a distintas propiedades químicas (por ejemplo, cuando hay presencia de aminas) y para manipular materiales muy abrasivos. Los hidrociclones también pueden ser de metales duros fundidos, como las aleaciones Ni-Hard y Hi-Chrome. Estos diseños a menudo se utilizan en procesos conocidos como medios densos para carbón y mineral de hierro, etc.
Además, los hidrociclones se utilizan en la industria farmacéutica, en aplicaciones agropecuarias, como la separación de estiércol y arena, en el procesamiento de pulpa de celulosa y papel, en sistemas de tratamiento de agua potable y aguas residuales, en el desarenado de agua para pulverización, etc.
En las aplicaciones de áridos, la recuperación típica de partículas con gravedad específica de 2,7 es de malla +200 (75 µm) a 2,7 GE. En las aplicaciones habituales de recuperación de finos, los hidrociclones llegan a capturar partículas de malla 400 (38 µm) a 2,7 GE, y en aplicaciones especializadas, es posible recuperar hasta partículas de malla 625 (20 µm) a 2,7 GE.