Lo que el veterinario quiere que sepa sobre el confort de las vacas y la producción de leche

junio 15, 2023
David Reid, DVM (Doctor en Medicina Veterinaria), habla sobre la importancia de la comodidad de las vacas y ofrece consejos sobre cómo maximizar el confort de estos animales para aumentar la producción de leche.

El confort de las vacas es la piedra angular de una lechería rentable, según David Reid, DVM.

“La comodidad de las vacas aumenta la rentabilidad”, afirma Reid.

Según algunos estudios del Instituto de Investigación Agrícola William H. Miner, las vacas que descansan durante períodos más largos producen más leche: hasta 3,5 libras (1,5 kg) más de leche por vaca/día/hora adicional de reposo después de 10 horas.

“Necesitamos maximizar este tiempo de descanso por varias razones”, señala Reid. “En primer lugar, cuando una vaca está echada, aumenta mucho la circulación sanguínea a través de la ubre, lo que permite maximizar los nutrientes en dirección a la glándula. Esto mejora la producción”.

Y continúa: “Otra razón es que las vacas necesitan este tiempo de reposo para aliviar el estrés que les genera el solo hecho de estar de pie sobre hormigón o estar sobre este material”.

Para maximizar el confort de las vacas, Reid ofrece algunos consejos.

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Diseño de los establos libres

Reid afirma que el aspecto más importante para tener en cuenta es el espacio de descanso de las vacas. Los establos libres deben tener el tamaño adecuado, con espacio en la parte delantera para que las vacas se tumben.

“Cuando tenemos establos del tamaño adecuado con espacio libre en la parte delantera para que el animal se eche con comodidad, con el tamaño o el tipo correcto de barras laterales que inducen a las vacas a tumbarse derechas, mantenemos limpias las camas de los establos, y las camas no tienen tantos bultos y baches que aumentan la incomodidad de las vacas”, explica Reid. “Es muy importante que el establo sea cómodo”.

Uno de los problemas que, según Reid, suelen tener los productores de lecherías es que las vacas no se tumban derechas en los establos. Los depósitos de estiércol debajo de los divisores de los establos o en la parte trasera, sobre la plataforma, pueden ser identificadores de este problema.

“La razón principal por la que las vacas se echan de costado es que les damos la opción de hacerlo”.

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Los establos libres bien diseñados con las barras laterales y el localizador de pecho optimizado para darles confort a las vacas inducen a los animales a tumbarse derechos dentro del establo, además de permitirles levantarse y echarse con facilidad.

“Cuando eso ocurre, las vacas entran en los establos, se tumban con mayor rapidez, se quedan echadas por más tiempo y obtienen todos los beneficios de un tiempo de descanso más prolongado”, señala Reid. “Como dije antes, más de 10 horas al día sería ideal. Cuanto más tiempo pasen tumbadas las vacas, mejor”.

Los diseños de establos libres pueden variar, así que Reid les aconseja a los productores de lecherías que observen a las vacas para saber qué tan cómodos son los establos libres.

“¿Dónde se deposita el estiércol en los establos? ¿Qué tan rápido se echaron las vacas una vez que salieron del corral de ordeño? ¿El personal tiene que ir y emplear fuerza física para hacer que las vacas se levanten y vuelvan al corral de ordeño? Esto indica que los establos son incómodos, porque se tumbaron tarde y ahora no quieren levantarse”.

Además, se debe prestar atención a cómo se levantan las vacas y cómo entran en los establos libres. ¿Permanecen de pie en el establo en lugar de echarse? ¿Parecen reacias a tumbarse? Estos son indicadores de que los establos no son cómodos.

“Cuando los establos tienen camas profundas, bien mantenidas, las vacas entran en el establo y se echan, se tumban enseguida”, explica Reid.

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Elección de las camas

La elección de las camas también es un factor que influye en el confort de las vacas, y el mantenimiento de establos libres con camas profundas es fundamental.

Los establos libres deben estar rellenos con 4'' a 6'' (10 a 15 cm) de un material blando para maximizar el confort de las vacas y proporcionarles un efecto de amortiguación ideal que aumente al máximo el tiempo de reposo. Las camas de los establos libres pueden ser de materiales inorgánicos, como arena, u orgánicos, como sólidos de estiércol secos, paja, aserrín, etc.

“En el sector, dirían que la arena, probablemente, sea el mejor material para las camas”, cuenta Reid. “Sabemos que, si se excava arena con regularidad en esos establos, se mantendrá una base blanda para que las vacas puedan tumbarse. Esto permitirá que la humedad y la materia fecal penetren con mayor profundidad, lo que evita su cercanía con la piel de la tetilla y de la ubre. Esto resulta muy cómodo para los animales”.

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La arena es un material inorgánico, por lo que no favorece la proliferación bacteriana. Si se tiene el tipo correcto de arena, se puede lavar y reciclar para su reutilización, lo que permite ahorrar dinero en la compra de arena nueva.

“Si alguien me dijera que está construyendo un establo y me preguntara cuál es la mejor cama para poner debajo de las vacas, mi respuesta sería: arena, sin lugar a dudas”, afirma Reid.

Asimismo, pueden utilizarse materiales orgánicos para las camas, pero también requieren mantenimiento y gestión. Por lo general, los materiales inorgánicos nuevos para las camas deben agregarse a diario para mantener los establos llenos, secos y cómodos, y para minimizar la proliferación bacteriana que se produce cuando las vacas arrastran estiércol a los establos. Algunos materiales, como el aserrín y la paja, presentan mayores dificultades a la hora de mantener las condiciones sanitarias debajo de las vacas.

Además de ser más cómoda y de limitar la proliferación de las bacterias causantes de la mastitis, una cama que esté lo suficientemente seca también es capaz de limpiar entre las pezuñas de las vacas, lo que minimiza los problemas de patas que pueden derivar en la cojera.

“Sabemos que la cojera tiene un gran impacto en la rentabilidad y en la longevidad de las vacas”, dice Reid, “así que debemos hacer todo lo posible con el diseño de los establos y de las camas para que las vacas puedan descansar. Además, si el material del establo tiene la capacidad de secarse entre las pezuñas y limpiar esa zona, tendremos menos casos de cojera, lo que hace que las vacas estén más cómodas y, de nuevo, vivan más y permanezcan en el rebaño”.

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Abarrotamiento

Otro aspecto para tener en cuenta cuando se trata de la comodidad de las vacas es el grado de abarrotamiento. Según Reid, en la mayoría de las lecherías, va a haber abarrotamiento en al menos algunos corrales, pero un abarrotamiento excesivo puede tener efectos negativos en la producción de leche.

“Si se tiene un exceso del 10 % y se ordeña tres veces al día, va a ser necesario trasladar esas vacas al corral de ordeño tres veces al día. Se van a mover de un lado a otro”, explica Reid. “Esas vacas encontrarán la manera de pasar tiempo tumbadas”.

Aun así, Reid señala que hay que tener cuidado con el abarrotamiento.

“Recuerde que, cuando tiene abarrotamiento, hay más estiércol en los pasillos, y esto va a dar como resultado un mayor arrastre en los establos. Eso significa más estiércol alrededor de las patas de las vacas, lo que aumenta la tasa de nuevas infecciones por mastitis”.

Asegúrese de que el personal que trabaja con las vacas esté capacitado sobre la manera adecuada de trasladarlas para minimizar las salpicaduras de estiércol y la cantidad de vacas sucias, que ensucian y contaminan los establos.

Tiempo fuera del establo

Una de las tendencias que observa Reid en las lecherías más grandes es un cambio en la cantidad de veces que se ordeña al día: de tres a dos veces al día. La razón principal es el tiempo que se tarda en llevar y traer a las vacas al corral de ordeño, lo que supone menos tiempo para que se alimenten y descansen.

“Tenemos que pensar en el motor principal de la productividad y de la longevidad”, afirma Reid. “Tiene que ser la comodidad de las vacas cuando están echadas en los establos”.

Aprender de otras lecherías

A los productores de lecherías que deseen poner en marcha una nueva explotación o ampliar una existente, Reid les recomienda que se fijen en las lecherías que hacen un buen trabajo a la hora de brindarles confort a las vacas.

“Pasen algún tiempo en esas lecherías y visiten a las personas que realmente hacen el trabajo en la lechería. De hecho, hablen con las personas que se encargan de las camas de los establos y trabajan en contacto con las vacas.

“Vayan a ver lecherías”, recalca.

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Tener en cuenta a las vacas

El consejo más importante que da Reid es diseñar la lechería pensando en las vacas. Afirma que aumentar la comodidad de los animales mejora todo los demás en la lechería.

“Existe una razón por la que se construye un establo: es para las vacas. No hay que olvidarlo nunca”. Y siempre que hagamos un cambio en una lechería, debemos tener en cuenta lo que va a suponer para las vacas.

“A menudo, tomamos decisiones que son más fáciles para los gestores o para el sistema de estiércol, y esas decisiones, en algunos casos, no son lo mejor para las vacas”, dice Reid.

Con tecnología como los monitores de rumia y los medidores de leche, es fácil ver cómo los cambios en el confort de las vacas pueden afectar la producción de leche. Cuantos más datos tenga, mejor podrá mantener bajo control lo que ocurre en los establos para maximizar la comodidad de las vacas.

“De eso se trata el trabajo en una lechería: hacer lo mejor para las vacas”.

David Reid, DVM, se graduó de la Universidad Estatal de Kansas en 1973. Durante los últimos 50 años, ha compartido su experiencia en el sector de las lecherías como veterinario y consultor de calidad de la leche. Es propietario de una firma de consultoría para lecherías, Rocky Ridge Dairy Consulting, LLC, situada en Hazel Green, Wisconsin.

Etiquetas: Gestión de camas