Introducción
Todas las lecherías deben ocuparse del estiércol, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Casi todos los aspectos de la gestión del estiércol, desde las emisiones hasta el almacenamiento y el abono de tierras, están sujetos a normativas locales, estatales y federales. Estas normativas pueden incluir:
- Olores y calidad del aire
- Calidad del agua
- Ruido
- Movimiento del estiércol
- Carreteras
Gestionar estas normativas no siempre es fácil. Por eso es importante contar con un equipo de expertos que pueda ayudarlo a preparar un plan de gestión del estiércol que cumpla las normativas y, al mismo tiempo, funcione para su lechería.
Normativa común relativa al estiércol en Estados Unidos
Todos los estados tienen sus propias directrices en materia de normativas relativas al estiércol. Y aunque la mayoría de los estados tienen en común algunas áreas principales, lo mejor es investigar cada área reguladora según se aplique a su estado para ayudar a comprender las especificidades de su ubicación. La frecuencia de las actualizaciones, el mantenimiento de registros y las cualificaciones de los planificadores también serán diferentes en cada estado. En algunos estados, debe exhibirse públicamente un plan de gestión de nutrientes (NMP, sigla en inglés) donde pueda revisarse.
Planes de gestión de nutrientes
Un NMP identifica las prácticas de gestión utilizadas en la lechería para minimizar los efectos adversos en las aguas superficiales y subterráneas derivados del escurrimiento y la lixiviación del abono de tierras. Esto es exclusivo de cada lechería, ya que factores como los cultivos, los tipos de suelo, el clima, las condiciones locales, etc., son diferentes en cada operación. Todas las operaciones de abono de tierras deben llevarse a cabo de acuerdo con el NMP, y este debe revisarse y actualizarse periódicamente para incluir cualquier cambio que se produzca en alguno de los factores enumerados en la frase anterior.
Un NMP también puede requerir:
- Una lista de posibles fuentes de olor y métodos para minimizar esos olores,
- Disposiciones para lidiar con la mortalidad de los animales,
- Usos alternativos del exceso de estiércol,
- Análisis del estiércol,
- Niveles de nutrientes del estiércol,
- Índices de abono planeados, calendario y ubicación,
- Pruebas de suelos,
- Restricciones sobre dónde se puede y no se puede esparcir estiércol.
Además, algunos estados exigen que se elabore un plan de respuesta de emergencia o un plan de acción de emergencia para responder a los derrames de estiércol, aguas residuales y pesticidas, así como a la manipulación y el almacenamiento de combustible y a las emergencias catastróficas. En algunos casos, también se requiere información de contacto de emergencia como parte del plan.
Asegúrese de seguir las directrices de su estado en materia de NMP, ya que estas pueden afectar y afectan a muchos otros aspectos de la gestión del estiércol.
Almacenamiento
El almacenamiento de estiércol también está sujeto a las normativas. Estas últimas pueden incluir directrices sobre el volumen del receptáculo de almacenamiento de estiércol, entre las que se incluyen consideraciones para soportar períodos de lluvias fuertes y escurrimiento, además del estiércol. También tienen en cuenta la distancia a la que se encuentran estas estructuras de los suministros de agua, tanto públicos como privados, y entre los que se incluyen pozos, arroyos y otras masas de agua, así como la distancia con respecto a las vacas, el límite de la propiedad, el derecho de paso de la vía pública y la llanura aluvial. Por ejemplo, si se encuentra en Nueva York y recibe fondos estatales de participación en los costos, es necesario que un ingeniero profesional diseñe y certifique el sistema de almacenamiento de estiércol.
Estas son solo algunas de las directrices que puede ver al investigar las normativas relativas al almacenamiento de estiércol en su estado.
Abono
El abono de tierras es otro aspecto de la gestión del estiércol que está regulado con precisión y varía de un estado a otro. Las directrices para el abono de tierras con estiércol pueden incluir la distancia con respecto a pozos, aguas superficiales, sumideros, estructura de entrada de línea abierta y zonas de deshielo activo. Suelen exigir que se tengan en cuenta las dosis de abono según el clima, el cultivo y el tipo de suelo, así como cuánto se puede saturar el suelo. En algunos estados, como Texas, se exige tomar muestras del suelo.
Al igual que ocurre con los NMP y el almacenamiento de estiércol, las normativas relativas al abono de tierras con estiércol varían de un estado a otro, por lo que es importante que investigue qué directrices deberá seguir.
¿La digestión anaeróbica forma parte de su futuro?
Otra consideración de la gestión del estiércol es la producción de biogás metano mediante un digestor anaeróbico. Esto no solo crea una fuente de energía renovable, sino que también puede generar una fuente de ingresos adicional para la lechería.
Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), los sistemas de digestión anaeróbica utilizados para la gestión del estiércol reducen directamente las emisiones de metano. Además, cuando el biogás se utiliza para producir energía, las emisiones de metano se reducen indirectamente al evitarse el uso de combustibles fósiles. Los sistemas de digestión anaeróbica emiten menos metano en comparación con las lagunas anaeróbicas descubiertas porque las emisiones de metano se capturan y destruyen o se utilizan.
Sin embargo, los digestores anaeróbicos, al igual que otros tipos de manipulación del estiércol, están sujetos a directrices locales, estatales y federales en materia de aire, residuos sólidos y agua.
El poder del trabajo en equipo
Juntos, usted y su equipo deben asegurarse de estar al día en cuanto a estas normativas locales, estatales y federales relativas a la gestión del estiércol, que cambian y evolucionan constantemente. Además, manténgase al día en cuanto a cualquier cambio en el sector o de las nuevas tecnologías que puedan afectar su plan de gestión del estiércol. Elabore un plan que sea viable, pero lo suficientemente flexible como para adaptarse a las actualizaciones de las normativas y el sector o a los cambios de las condiciones medioambientales. Dedicar tiempo a poner en marcha un buen plan y a desarrollar relaciones en todo el proceso hará que la lechería tenga éxito en el futuro.
