A la hora de definir el tipo de planta de procesamiento que queremos instalar en un sitio, todos buscamos una configuración que nos ofrezca un producto de la más alta calidad con el retorno de la inversión más rápido. A continuación, enumeramos algunos factores que se deben tener en cuenta al diseñar una nueva planta de áridos.
1. Verifique el tamaño y la uniformidad del yacimiento
Es importante probar las reservas para efectuar una valoración precisa de la operación minera. Los cálculos del retorno de la inversión más exactos se basan en datos de perforación completos obtenidos a partir de toda la extensión del yacimiento. Algunos consideran que esta comprobación es de sentido común y otros la ven como una exageración, pero lo cierto es que el conocimiento de la profundidad, el tamaño y los minerales que conforman el yacimiento brinda confianza a los inversores y perspectiva a su planificación minera. La cantidad y ubicación de perforaciones requeridas puede variar ampliamente entre los distintos yacimientos según su tamaño y uniformidad. Por lo tanto, siempre es fundamental solicitar el asesoramiento de expertos en la materia durante este proceso. Una vez reunidos estos datos, McLanahan le ofrece asistencia para calcular los costos derivados del funcionamiento y el mantenimiento de nuestros equipos con el fin de que pueda alcanzar sus expectativas de rentabilidad e, incluso, superarlas.
Una de las ventajas asociadas a la valoración adecuada de un yacimiento radica en la posibilidad de determinar otros productos derivados potenciales, además de los productos de áridos principales. Estos productos pueden consistir en un mineral de mayor valor o, simplemente, en una fracción de tamaño que, de otro modo, sería desechada. Identificar la gama completa de minerales existentes en un yacimiento con la asistencia de un geólogo es, indudablemente, la mejor forma de maximizar la rentabilidad de una mina.
2. Diseñe una planta de procesamiento flexible
La mayoría de las consultas que recibe McLanahan incluyen una única gradación de alimentación o, directamente, ninguna gradación. Obviamente, los diseños finales deben basarse en la alimentación en bruto, pero cuando se diseña un sistema es importante tener en cuenta todo el espectro de alimentaciones potenciales. Los datos de perforaciones provenientes de una reserva probada deben analizarse y, una vez descartados los escombros, deben considerarse los materiales de alimentación de mejor y peor calidad para toda la alimentación en bruto de la mina. Esta comparación permite seleccionar aquellos equipos que tengan la capacidad de procesar cualquier tipo de material que usted necesite. Asimismo, permite conocer las variaciones de los índices de producción alcanzados en los distintos sectores del pozo.
En los yacimientos de arena, las gradaciones de alimentación se pueden comparar en una planilla de cálculo de Excel, donde se muestre una distribución estándar alejada de la media como una alimentación esperada y dos distribuciones estándar alejadas de la media como una alimentación poco frecuente. Este análisis revelará dónde se pueden producir los atascamientos del sistema y permitirá aislar el diseño de algunas de estas instancias antes de la puesta en servicio de la planta.
3. Prevea la expansión futura
La mayor parte de los productores de áridos empujan sus plantas de procesamiento hasta su punto crítico y luego retroceden hasta el punto que sea necesario para impedir las averías constantes. La planificación preliminar de las posibles obstrucciones del sistema permitirá una expansión futura más asequible y, a la vez, mantendrá los costos iniciales bajo control. El diseño del sitio representa la parte más importante de esta planificación. Es mucho más fácil reemplazar algunos equipos que tener que reorganizar todo el sistema. La recepción de ofertas por una velocidad de alimentación superior a la requerida inicialmente puede revelar la duplicación de la capacidad de algunos equipos por un aumento de precio de tan solo el 20 %. La ampliación de estos equipos y las cintas transportadoras durante la construcción inicial puede traducirse en ahorros considerables a la hora de introducir una expansión en el futuro.
4. Programe el tiempo de inactividad por mantenimiento
Nadie quiere detener las operaciones cuando todo funciona bien, pero ese es, precisamente, el mejor momento de hacerlo. Es fácil atrasarse con el programa y posponer el mantenimiento hasta que algo salga mal, pero la experiencia nos demuestra que esa gestión del tiempo siempre resulta la más costosa y menos eficiente. Una parada no planificada de la planta puede implicar horas de excavación de equipos y transportadores, o el reemplazo de piezas que no debieran haberse desgastado. La planificación del tiempo de funcionamiento de los equipos sobre la base de los niveles estimados por los fabricantes permite prever tareas regulares de mantenimiento, con el objeto de sustituir las piezas de desgaste en lugar de las vigas o estructuras de acero de los equipos. Analizar los patrones de desgaste también permite saber qué repuestos se deberán cambiar a continuación. De esta forma, es posible solicitar los artículos con plazos de entrega más largos de manera preventiva, y así reducir el tiempo de inactividad y mejorar los índices de actividad del sistema. Estas medidas no garantizarán el funcionamiento ininterrumpido de los equipos, pero, si se cuida el sistema adecuadamente, las probabilidades de detener las operaciones se reducen enormemente.
5. Considere todas las opciones de gestión de residuos
Con la disminución de la disponibilidad del agua y el auge de las inquietudes ambientales, los tiempos en los que se enviaban los residuos de la planta a una piscina de decantación sin pensarlo dos veces están llegando a su fin. En algunos sectores de nuestro país, hemos superado esa etapa hace mucho. En otros, apenas hemos comenzado a reflexionar al respecto. Independientemente de su ubicación, las soluciones de gestión de residuos han avanzado muchísimo durante los últimos 20 años y, actualmente, permiten eliminar las piscinas de decantación con una gran eficiencia y confiabilidad. Muchas plantas de procesamiento de áridos están incorporando sistemas de recuperación de finos, espesadores y filtros prensa (o alguna combinación de estas tres opciones) para reducir los costos y/o elaborar un producto comercializable. Es sensato considerar estas alternativas durante el diseño inicial de la planta.
Un sistema de recuperación de finos puede disminuir significativamente la cantidad de finos que se envían a la piscina. Esto puede reducir los costos de limpieza a la mitad y ayudar a ofrecer un producto comercializable. Sin embargo, estos resultados varían en función de las características de cada yacimiento y, por lo tanto, siempre es fundamental realizar pruebas. El paso siguiente es recuperar el agua de proceso y espesar los sólidos presentes en los residuos a fin de limitar significativamente el tamaño de la piscina y proporcionar agua de proceso a la planta de lavado, lo cual permite ahorrar potencia en las bombas de agua. La última etapa del proceso consiste en tomar los sólidos espesados y presionarlos para formar residuos de filtración. Estas prácticas permiten la eliminación total de las piscinas de decantación y, por consiguiente, la apertura de tierras para actividades de minería, la eliminación de los costos de limpieza de esas piscinas y, en ocasiones, la incorporación de un producto comercializable.
Si necesita ayuda para decidir cuál es la mejor solución para su nueva planta de áridos, consulte a McLanahan.