Taylor Frac logra éxito en el procesamiento de arena de fractura con McLanahan

Casos prácticos

En Wisconsin, los informes de la prensa han denominado la arena de fractura como "la nueva fiebre del oro", debido a su vital importancia en el proceso que utiliza la fracturación hidráulica, o la fractura, para extraer petróleo y gas natural. Durante más de 100 años, los abundantes depósitos de arena de cuarzo de grano grueso del estado se han extraído de las minas. Sin embargo, en la actualidad, las industrias de petróleo y gas valoran esta arena que puede encontrarse en los campos del estado.

Taylor Frac, en Taylor, Wisconsin, brinda a los productores de energía de todo el país arena de sílice de alta calidad del área. Sin embargo, antes de comenzar a procesar la arena cuando se la descubrió en 2010, Taylor Frac tuvo que encontrar un sitio y cumplir con las exigentes regulaciones y requisitos de permisos de la Agencia de Protección Ambiental.

Desafío

La mina de 500 acres (202 hectáreas) en el Condado de Jackson se encuentra sobre la Formación Wonewoc, una extraordinaria fuente de la arena de fractura más buscada. A medida que la cantidad de minas continúa multiplicándose en esta área, han aumentado las preocupaciones en torno a la conservación ambiental, lo que convierte al cumplimiento con las regulaciones en un componente principal del proceso de otorgamiento de permisos. El emplazamiento de minas está regulado a nivel de zonificación local, y se deben poner en marcha planes de recuperación antes de que comience cualquier actividad minera.

"Algunos organismos regulatorios están frenando la concesión de permisos", sostiene Tom Olson, gerente de planta de Taylor Frac. "Existen asuntos relacionados con el aire y el agua que deben abordarse a fin de garantizar que estemos poniendo en marcha y operando la planta de una forma responsable con el medioambiente".

En lo que respecta a la gestión del agua, era obligatorio que Taylor Frac tuviese un sistema para capturar y utilizar abundante agua de proceso sin los riesgos de pérdidas potenciales hacia aguas subterráneas o derrames de residuos fuera del área de lagunaje. Un sistema de ciclo cerrado era la respuesta. Este sistema les permitiría procesar la arena con un mínimo impacto en el medioambiente. Taylor Frac también tenía en claro que necesitaban trabajar con una compañía bien versada y experimentada en soluciones de procesamiento de arena de fractura.

"Analizamos varias compañías que nos permitieran desarrollar un sistema confiable y responsable con el medioambiente", afirma Robert Hargrave, gerente de operaciones de Taylor Frac. "Algunas recién estaban ingresando al negocio, pero con McLanahan Corporation, sabíamos lo que estábamos obteniendo. La confianza es sumamente importante en lo que respecta al procesamiento de arena de fractura, y nosotros confiamos en McLanahan".

Solución

McLanahan llegó a Wisconsin y realizó un análisis del sitio de Taylor Frac, realizando simulaciones y sometiendo a pruebas la arena para determinar el mejor sistema de procesamiento en húmedo que cumpliera con sus necesidades. Finalmente, se eligió una planta con los siguientes componentes: hidrociclones, un Hydrosizer™ doble (clasificador de corriente ascendente), celdas de atrición, zarandas desaguadoras, un sistema de recuperación de ultrafinos y un espesador.

Este sistema separa la arena de fractura gruesa y la depura para producir el material de arena de fractura primario que se envía al secado y calibrado final. La arena restante se recupera y apila, mientras que los residuos que contienen la mayor parte del agua de proceso se dirigen hacia el espesador. Los productos derivados y los materiales sin utilizar se regresan a una fosa para su recuperación.

Resultados

Con este sistema, Taylor Frac funciona a máxima capacidad, generalmente 8 meses al año, de marzo a noviembre. La mina procesa aproximadamente 250 toneladas por hora, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Debido a los famosos inviernos de Wisconsin, es esencial que la planta de procesamiento en húmedo de Taylor Frac procese y apile la arena para su planta de acabado en seco a fin de garantizar que se puedan cumplir con los pedidos de los clientes durante todo el año.

"La confiabilidad del sistema de lavado es un requisito, y el sistema de McLanahan ha sido extraordinario y realmente confiable", manifiesta Hargrave. "Eso es sumamente importante aquí, puesto que no sabemos cómo nos va a tratar la madre naturaleza, por lo que tenemos que producir cuando el clima así lo permite".

Hargrave advirtió que valora muchísimo la simplicidad y la facilidad de uso del sistema. "Puedo controlarlo desde mi computadora y, debido a que está conectado en red, literalmente es posible poner en marcha la planta con dos botones de comando. El primero, empujar el agua. El segundo, empujar la arena. Después de estos procesos, ¡todo está listo! También puedo, en cuestión de segundos, cambiar la gradación de la arena, o cortarla, a fin de cumplir con las demandas del mercado".

Además de la potencia y la flexibilidad del sistema, Hargrave ha construido una sólida relación con el equipo de McLanahan.

"Para la puesta en marcha de la planta, los representantes de McLanahan estaban allí para ayudarnos con el proceso", afirma. "Luego, aprendimos acerca del uso del sistema por nuestra cuenta, pero ante cualquier problema, McLanahan estuvo allí para ayudarnos a resolverlo".

Hargrave afirma que el sistema de McLanahan está ayudando a Taylor Frac a atender mejor el mercado actual de arena de fractura, pero también está entusiasmado con las oportunidades que el sistema de McLanahan le otorgará a la compañía en el futuro, a medida que evolucione el mercado.

"El mercado relacionado con la fracturación está en constante cambio", sostiene Hargrave. "El sistema de McLanahan otorga la flexibilidad de ajustar el producto de acuerdo con los requisitos del mercado prácticamente de forma instantánea. Esto fue una verdadera sorpresa.

Olson manifiesta que el sistema de McLanahan ayudó a Taylor Frac a cumplir su objetivo de desarrollar actividades de minería de una forma responsable con el medioambiente.

"El sistema ha estado funcionando de la forma en la que se lo diseñó y prácticamente sin interrupciones", afirma Olson. "Estamos obteniendo la arena sin dañar el medioambiente, y la comunidad nos ha brindado todo su apoyo en torno a lo que estamos haciendo".